Es increible que al rebobinar un poco la memoria y empiezas a contar los años son muchisimos, y que sigas tan amigos como siempre con algunas personas, es asombroso y que rico esto de la amistad duradera!.
Yo confío en esas personas y ellas en mí, me cuentan sus cosas y yo las mías.
Creo que soy de mente super abierta y no me trago mucho lo de las críticas, eso es como ser un poco moralista, es como escupir al cielo y esperar que no te llegue de vuelta... (A lo mejor no tengo moral, o escrúpulos!!). Pero también creo que esos no son los verdaderos amigos. Los amigos, los yuntas, los parner, etc., son los que sabes que siempre van a estar ahí, aunque sea sólo para escuchar tus penas y no necesariamente para darte algún consejo.
Creo que la amistad ya no la perdimos con algunas de estas personas, es cierto que a veces, nos cuesta comunicarnos, que somos o más bien soy yo el flojo para levantar el fono y llamar, pero por eso también pido tanto los mail de ellos porque para mí es más fácil escribir que hablar.
Pero sé que se acuerdan de mí, y me llaman por lo menos cuando creen que es mi cumpleaños, y eso si que lo aprecio, que me llamen o me envién un mail felicitandome, con eso quedo feliz.
jueves, marzo 27, 2003
jueves, marzo 13, 2003
Sueño
Estaba en medio de una guerra, peleando contra unos hombres vestidos con pieles oscuras.
Noche lluviosa, pero habían muchas fogatas o incendios que iluminaban el campo de batalla, que estaba al lado de un río con grandes sauces y otros tipos de árboles.
Yo estaba de pie y trataba de matar con espadas y cuchillos a esos hombres feroces arriba de caballos.
Terminaba la batalla, al matar a un brujo al lado del río.
Me avisaban que lo habían matado, voy a buscarlo y estaba agonizando por las heridas.
Me acerco, dejo que me vea y le pido una pistola (de las antigüas) a otro soldado y digo: "Mejor me aseguro" y le disparo en la cabeza.
Luego, estoy comiendo en una mesa improvisada con todos los soldados y frente a mí hay unos hombres que no distingo bien porque estaban vestidos con unas túnicas de que tapaban su rostro.
Uno de los cuales me pasa algo pequeño envuelto en una tela de seda dorada bordada, con uno cordeles también dorados y me dice:
- No puedes abrirlo hasta 800 años más.
- ¿Hasta cuándo?, le pregunte no entendiendo.
- 80 años, dice una persona vestida igual, sentada a mi lado.
- ¡No, 800 años!!, repite el del frente.
Yo guarde el pequeño paquete en un bolsillo extrañado. a lo cual el del frente me vuelve a repetir: - Recuerdalo bien, es importante que ¡"No lo abras hasta 800 años más"!
La persona que estaba al lado mío me vuelve a repetir:
- Es importante, sino ¡volverá!
El del frente dice sonriendo,
- Bueno, hay que seguir celebrando, tenemos muchas razones para celebrar, especialmente tú.
- Por qué? pregunto extrañado.
- Los dioses han escuchado, y te han visto, en lo que te haz convertido...
- No me digas que...
- y han mandado alguien para ti.
- ¡¿Viene?!!, pregunto emocionado.
- Si!
- ¡¡Ves, te lo dije, me han escuchado, ellos lo quieren, nos lo han mandado!!
Le decía casi gritando, mientras le tomaba la mano fuerte y besaba en la mejilla a una mujer, emocionada también, sentada a mi lado, pero de espaldas a mí.Luego, para mi mala suerte, desperté!!
Noche lluviosa, pero habían muchas fogatas o incendios que iluminaban el campo de batalla, que estaba al lado de un río con grandes sauces y otros tipos de árboles.
Yo estaba de pie y trataba de matar con espadas y cuchillos a esos hombres feroces arriba de caballos.
Terminaba la batalla, al matar a un brujo al lado del río.
Me avisaban que lo habían matado, voy a buscarlo y estaba agonizando por las heridas.
Me acerco, dejo que me vea y le pido una pistola (de las antigüas) a otro soldado y digo: "Mejor me aseguro" y le disparo en la cabeza.
Luego, estoy comiendo en una mesa improvisada con todos los soldados y frente a mí hay unos hombres que no distingo bien porque estaban vestidos con unas túnicas de que tapaban su rostro.
Uno de los cuales me pasa algo pequeño envuelto en una tela de seda dorada bordada, con uno cordeles también dorados y me dice:
- No puedes abrirlo hasta 800 años más.
- ¿Hasta cuándo?, le pregunte no entendiendo.
- 80 años, dice una persona vestida igual, sentada a mi lado.
- ¡No, 800 años!!, repite el del frente.
Yo guarde el pequeño paquete en un bolsillo extrañado. a lo cual el del frente me vuelve a repetir: - Recuerdalo bien, es importante que ¡"No lo abras hasta 800 años más"!
La persona que estaba al lado mío me vuelve a repetir:
- Es importante, sino ¡volverá!
El del frente dice sonriendo,
- Bueno, hay que seguir celebrando, tenemos muchas razones para celebrar, especialmente tú.
- Por qué? pregunto extrañado.
- Los dioses han escuchado, y te han visto, en lo que te haz convertido...
- No me digas que...
- y han mandado alguien para ti.
- ¡¿Viene?!!, pregunto emocionado.
- Si!
- ¡¡Ves, te lo dije, me han escuchado, ellos lo quieren, nos lo han mandado!!
Le decía casi gritando, mientras le tomaba la mano fuerte y besaba en la mejilla a una mujer, emocionada también, sentada a mi lado, pero de espaldas a mí.Luego, para mi mala suerte, desperté!!
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