Hoy, fui a dejar mi Suzuki Alto K10, al taller.
Por qué?
Porque, como ya es costumbre una vez por año, parece, tuve un pequeño accidente con el auto. Aunque como en los dos últimos, no fue culpa mía. (El del año pasado, fue el del perro que se me atravesó en el camino Chicauma viniendo del trabajo al dpto.)
Esta vez, venía del trabajo el lunes pasado, el 6 de mayo, hacia el dpto. Venía saliendo del camino Lo Echevers hacia la caletera de la autopista Vespucio Norte, haciendo la cola para entrar a la autopista. No quedaban ni 50 metros cuando siento un ruido atrás de mi auto, miro, y veo como se zamarrea el chófer del auto que estaba detrás del mío y luego siento el golpe con el correspondiente ruido.
Bueno, para hacer corto el cuento. Hundimiento del parachoques trasero y maleta, dos hoyitos a la altura de la patente en el parachoques, algunos rayones, y al momento de entregar el auto hoy le comenté al que me recibió el auto que sentía que no me cerraba bien la maleta, miró por dentro y me mostró que se había hundido algo de la máscara.
Sobre lo anterior, tres cosas, 1ro que venía más temprano y estaba ahí cerca de las 18:40hrs porque estaba de cumpleaños mi sobrina regalona Aylén, por eso, porque casi nunca me vengo más temprano por los tacos y los apurones que no pueden esperar un minuto más.
2do, Me da lata que por culpa de unos ctm que justamente andan apurados, uno tenga que mamarse las consecuencias de eso, en mi caso, pagar el deducible del seguro para que me arreglen el auto,
y 3ro, junto con tener que desembolsar más plata en efectivo por tener que pagar los pasajes del bus a TilTil y los transantiago, por todos los 10 o 15 días que estará el auto en el taller, el tener que levantarme más temprano, pasar frío, y sobre todo lo que más odiaba que era la espera, el tener que esperar esos putos buses que no sabes nunca si se van a demorar 5, 15, 20, 30 o hasta 40 minutos a veces.
Eso ya me da muchísima lata, me bajonea.
Bueno, sólo espero que pasen rápido estos días, y volver a estar contento con mi autito.
