Hoy, me iba a juntar con mi pareja/señora/esposa. Venía de vuelta de pagar una cuenta. Iba caminando por Estado y miro la Plaza de Armas, q' de plaza no tiene nada ya, y al otro lado estaba la Catedral.
Me di cuenta, o más bien recordé q' hace rato no entraba. Di un par de pasos, seguí caminando. Pero miré nuevamente y di un par de pasos más. Me dije -por qué no?-. Caminé rápido para no arrependirme.
Estaba helado, se sentía el murmullo de los pasos y de la gente, rezando, conversando, comentando. Los típicos turistas sacando fotos con sus cámaras digitales o celulares con cam.
Directo a un lugar específico caminé, por el corredor de la izquierda, una señora confesándose, esperando dos jóvenes más. Todavía indeciso seguí hasta el final, y ahí estaba. No sé por qué tenía la impresión de que no iba a estar. El Cristo crucificado. Después, no supe qué hacer, me quedé mirándolo, había una banca cerca en frente de donde podía seguir mirándolo, me senté. Me pregunté -por qué estoy aquí?, si no creo en las imágenes-. Prefiero hablar directo con el de arriba.
Pasó un rato, no pensaba nada en mi mente, sólo veía caminar gente frente a mí, vitrineando la Catedral, se sentó una señora con su hija en la misma banca, la niña después de darse unas vueltas cerca, le preguntó apuntando al Cristo -Maa', ahí está Dios?-, a lo cual la señora respondió que sí, la niña empezó a murmurar algo, la señora le dijo q' mejor allá de mala manera, la niña fue. Entrelazó los dedos de sus manos y empezó a rezar supongo, estuvo un rato ahí, luego se venía donde la mamá, pero a medio camino se devolvió, se le había olvidado algo, entrelazó sus dedos de nuevo y estuvo hasta que estuvo segura de terminar y al darse vuelta noté en su cara un regocijo, se sentía bien, hasta yo lo sentí !, me sonrió y se fue con su madre.
Me fuí del lugar. Creo que sintiéndome mejor que cuando llegué.
viernes, julio 28, 2006
lunes, julio 17, 2006
Hola
Hola,
qué tal?,
que bueno que me visitaste,
ya me sentía un poco solo aquí sin que me visitaras,
te echaba de menos, si es que ya habías venido por estos lados,
pero se te olvidó poner algún comentario,
si es la primera vez, bienvenido,
ah! y agrega algún comentario (con tu combre) para saber que viniste,
los publico casi todos, mientras no sean ofensivos.
bueno, me despido,
espero vuelvas pronto...
y por si no te vuelvo a ver...
buenos días,
buenas tardes,
buenas noches.
qué tal?,
que bueno que me visitaste,
ya me sentía un poco solo aquí sin que me visitaras,
te echaba de menos, si es que ya habías venido por estos lados,
pero se te olvidó poner algún comentario,
si es la primera vez, bienvenido,
ah! y agrega algún comentario (con tu combre) para saber que viniste,
los publico casi todos, mientras no sean ofensivos.
bueno, me despido,
espero vuelvas pronto...
y por si no te vuelvo a ver...
buenos días,
buenas tardes,
buenas noches.
martes, julio 11, 2006
Viento y lluvia
Hoy, un temporal de lluvia y viento. En las noticias dicen que van a ser varios días en que no terminaría.
Ahora último, no sé por qué, como la mayoría de las cosas en el último tiempo, me causa una extraña sensación de inseguridad que antes no tenía, en realidad son varias sensaciones. Antes los noticiarios los veía por morbo cuando pasaban estas cosas, ver lo que le pasaba a otras personas. Ahora me da pena y hasta un poco de impotencia por ellos.
Recuerdo el primer invierno que pasé fuera de la casa de mis viejos, estaba en la casa de mi prima al otro lado de Santiago. Agua por todos lados, en una oportunidad no pude salir muy lejos y tuve que devolverme porque no pasaba locomoción, y apenas podía llegar al metro en otra oportunidad, tanto que una estación se había inundado.
Al siguiente invierno ya me había casado y la casa donde estabamos tenía un ventanal que daba al patio, esa noche corría viento y llovió toda la noche. El ventanal estaba mal sellado así que se empezó a asar el agua e inundó el comedor. Estuve la mitad de la noche sacando el agua que se filtraba, hasta que me aburrí y de pura impotencia me fuí a acostar ya cansado y con rabia porque al otro día, osea ese mismo día tenía que trabajar.
Esa noche comprendí la impotencia que siente, guardando las proporciones claro está, toda esa gente, esas personas, que se inundan sus casas, sus calles, sus dormitorios, que se mojan sus hijos, su ropa.
Hoy es el viento, no me gusta. Estoy en un sexto piso, y se siente muy fuerte. Al parecer los de las noticias como pocas veces le achuntaron con el tiempo.
Viento, me da una sensación de inseguridad, no sé si de miedo, pero algo extraño es. Lo que tengo claro es que no podré dormir bien, si es que duermo con el sílvido del viento rebotando en las ventanas, en las murallas, en las terrazas de los otros pisos.
Ok, escribiendo aquí, sigo sintiendo el viento, hasta 60 km/h dice el noticiero que alcanzaría la velocidad aquí en Santiago.
Mejor me voy volando a la cama a tratar de dormir, si no, no sé
Ahora último, no sé por qué, como la mayoría de las cosas en el último tiempo, me causa una extraña sensación de inseguridad que antes no tenía, en realidad son varias sensaciones. Antes los noticiarios los veía por morbo cuando pasaban estas cosas, ver lo que le pasaba a otras personas. Ahora me da pena y hasta un poco de impotencia por ellos.
Recuerdo el primer invierno que pasé fuera de la casa de mis viejos, estaba en la casa de mi prima al otro lado de Santiago. Agua por todos lados, en una oportunidad no pude salir muy lejos y tuve que devolverme porque no pasaba locomoción, y apenas podía llegar al metro en otra oportunidad, tanto que una estación se había inundado.
Al siguiente invierno ya me había casado y la casa donde estabamos tenía un ventanal que daba al patio, esa noche corría viento y llovió toda la noche. El ventanal estaba mal sellado así que se empezó a asar el agua e inundó el comedor. Estuve la mitad de la noche sacando el agua que se filtraba, hasta que me aburrí y de pura impotencia me fuí a acostar ya cansado y con rabia porque al otro día, osea ese mismo día tenía que trabajar.
Esa noche comprendí la impotencia que siente, guardando las proporciones claro está, toda esa gente, esas personas, que se inundan sus casas, sus calles, sus dormitorios, que se mojan sus hijos, su ropa.
Hoy es el viento, no me gusta. Estoy en un sexto piso, y se siente muy fuerte. Al parecer los de las noticias como pocas veces le achuntaron con el tiempo.
Viento, me da una sensación de inseguridad, no sé si de miedo, pero algo extraño es. Lo que tengo claro es que no podré dormir bien, si es que duermo con el sílvido del viento rebotando en las ventanas, en las murallas, en las terrazas de los otros pisos.
Ok, escribiendo aquí, sigo sintiendo el viento, hasta 60 km/h dice el noticiero que alcanzaría la velocidad aquí en Santiago.
Mejor me voy volando a la cama a tratar de dormir, si no, no sé
sábado, julio 08, 2006
8 de julio
Siempre me cuesta hablar de ésto, sobre todo en estas fechas, más bien, en esta fecha en especial, sí, porque empiezo a deprimirme sin querer, achacándome, hasta arrojando una lagrimilla en una película o cancioncilla en donde muere alguien. Una tontera después de tanto años. Pero simplemente, es así.
El otro día me pasó que un niño decía que hablaba con su abuela, que jugaba con ella y todo. El problema, o más bien lo curioso, es que ella había fallecido hace un tiempo.
Por eso recordé que el hijo de un primo, que cuando vivía con mi tía, osea su abuela, también a veces veía una abuelita sentada en los sillones o entrando en la casa, le dijo a la tía, y ella media sorprendida con la descripción que le daba de esa 'abuelita' que venía a la casa le mostró unas fotos en donde aparecía mi abuela, Toya, ya lo había mencionado antes, y el niño, el hijo de mi primo dijo que sí que era ella la que veía siempre. Lo más curioso era que él no la había visto nunca porque el no había nacido todavía cuando murió ella. Bueno una de las tantas anécdotas de niños y espíritus o almas.
A pasado tanto tiempo ya, y todavía me afecta, no sé... Todavía pienso en ella, pienso en mi vieja y le digo lo mucho que la amo, y la abrazo mucho, para no guardarmelo y quedarme con eso dentro para cuando ya no esté y no pueda hacerlo, como me pasó con mi abuela, y no alcancé a decírselo a ella, pero como me dicen más de una vez, ella lo sabía, eso también lo sé. Porque se vino a despedir de mí a los pocos días de irse y me dijo que estaba bien. Eso lo contaré en otro de sueños.
Chao.
El otro día me pasó que un niño decía que hablaba con su abuela, que jugaba con ella y todo. El problema, o más bien lo curioso, es que ella había fallecido hace un tiempo.
Por eso recordé que el hijo de un primo, que cuando vivía con mi tía, osea su abuela, también a veces veía una abuelita sentada en los sillones o entrando en la casa, le dijo a la tía, y ella media sorprendida con la descripción que le daba de esa 'abuelita' que venía a la casa le mostró unas fotos en donde aparecía mi abuela, Toya, ya lo había mencionado antes, y el niño, el hijo de mi primo dijo que sí que era ella la que veía siempre. Lo más curioso era que él no la había visto nunca porque el no había nacido todavía cuando murió ella. Bueno una de las tantas anécdotas de niños y espíritus o almas.
A pasado tanto tiempo ya, y todavía me afecta, no sé... Todavía pienso en ella, pienso en mi vieja y le digo lo mucho que la amo, y la abrazo mucho, para no guardarmelo y quedarme con eso dentro para cuando ya no esté y no pueda hacerlo, como me pasó con mi abuela, y no alcancé a decírselo a ella, pero como me dicen más de una vez, ella lo sabía, eso también lo sé. Porque se vino a despedir de mí a los pocos días de irse y me dijo que estaba bien. Eso lo contaré en otro de sueños.
Chao.
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